TALITA KUM
¿Qué tal? ¿Cómo le va? ¿Cómo está usted? ¿Bien? ¿Cómo estás vos? ¿Bien? Bueno, me alegro mucho. Bueno, hay noticias más lindas, hay noticias más feas. Los comentarios internacionales a veces son densos. Hablamos de Senegal, hablamos de Costa de Marfil, no son bunas noticias. Hablamos de la vuelta a la vida de Ruanda. Pero ahora nos bajamos a la Argentina, dentro de la economía social. Hay una institución que se llama Talita Kum. Una institución que trabaja con gente con discapacidad mental moderada, leve, y que a partir de un trabajo que quiere ser integral, la gente de Talita Kum, allá en el sur de la Provincia de Buenos Aires, en el Gran Buenos Aires, Llavallol, quiere que el integrante de la institución, asistido por la institución, no esté en una actitud pasiva. Que pase a una actitud activa, y uno de los modelos, una de las formas de lograrlo es el trabajo. Y por lo tanto tienen una panadería que es una joyita. Pero es una joyita no sólo por la producción, sino por el trato que hay con los chicos, con los problemas de discapacidad que hay. No sólo el trato, sino el nivel de integración. No sólo el nivel de integración, sino la promoción de esta persona. Son también una empresa social, porque aunque no se definen como tal, se sienten más taller protegido que empresa social, sin embargo, la idea de promoción, la idea de unión, la idea de que entre todos lo hacemos, y hacen cosas de panadería riquísimas, adorables, y para pequeños grupos o para grupos muy numerosos, así asisten por ejemplo a eventos de la Universidad Nacional de Quilmes, con cien personas, doscientas, trecientas personas, y la gente queda chocha, fascinada, por la calidad, por la calidez, por el contenido, por todo, cuando se entera de que eso lo hizo un chico, entre comillas discapacitado, o que otros llaman con capacidades especiales, quedan realmente fascinados.
Talita Kum es una institución realmente ejemplar. Es una institución que uno goza de conocer. Realmente democrática, que renueva sus autoridades, que tiene socios, que los socios militan, que les importa, que les preocupa. Bueno, no es poco. Para nada es poco. Están en Llavallol. Es lejos. Ya les vamos a ir pasando dirección y teléfono. Hoy quería que por lo menos los conociera. Llévese esa buena impresión y esta buena noticia, y la compartimos, porque otro día vamos a compartir…otro relato.
