SORGO UN MILLÓN DE HECTÁREAS
¿Qué tal? ¿Cómo le va? ¿Cómo está usted? ¿Bien? Bueno, me alegro muchísimo ¿Y vos? ¿Cómo andás? ¿Hay sábado de fiesta, sábado party? ¿Qué tal? ¿Cómo se da la cosa? Bueno, cuidáte, por favor. En serio. No, no es una cuestión de moralina. Es una cuestión de cuidados.
Bueno, aparte de moralinas y de cuidados, te voy a contar una noticia de cuidado, pero no de tener miedo, sino de gente que pensó en tener que cuidar algo. Algo tan valioso como la tierra. Sí, sí, el suelo. Lo que vos pisás. Preguntále a tu mamá o a tu papá lo que les costó construir, hacer, o comprar su casa. La tierra urbana tiene un costo monstruoso, no solamente aquí, en la gran mayoría de los países del mundo. Pero la tierra rural, del campo, también tiene un costo, y cuando ese campo se degrada por un uso intensivo, la cosa se complica. Pero hace mucho, mucho tiempo, el hombre descubrió (tengo aquí una mirada que se me cruzó, un misil a gran velocidad, espero no decepcionarlo) inventó una técnica tan tonta como rotar cultivos.
No repetir siempre un cultivo, sino un cultivo un tiempo, quizás una, dos, tres temporadas, y otro cultivo. Y este cultivo no tiene nada que ver con el anterior, porque me permite sacar elementos que yo no había sacado antes en el anterior cultivo del suelo, y permitir que se vayan reponiendo lentamente los otros que sí saqué. Descanso una parte e incorporo o saco otros. Bien. Rotar cultivos. Y hay una noticia a la cual no se le ha dado trascendencia y es muy interesante. Un millón de hectáreas, que es poco pero no tan poco en la Argentina este año fueron cultivadas con sorgo. Y eso significa que fue gente que pensó no tanto en el bolsillo a corto plazo, sino que si sigue destruyendo su campo, haciendo todavía la hacienda peor, esto es soja más soja, soja en invierno y a fin de invierno comenzando primavera-verano, y una sobre soja, soja sobre soja, esto es monocultivo y esto produce una degradación feroz.
El sorgo permite descansar la tierra. El sorgo no tiene las mismas demandas que la soja, y el sorgo a la vez tiene floración, y con la floración viene la cosa tan sencilla, por decir la abeja, y con la abeja la miel. Porque la soja no tiene flor, y con la soja no hay miel. Usted me dirá “es un tema menor”. No crea que es tan menor. Para miles de personas que viven de la apicultura aunque sea como un negocio alternativo sumado a lo que ya tienen, el no tener flor local para producir, les impide producir, y si les impide producir se terminó la producción, se terminó el negocio ¿Qué quiero decir entonces? Si bien es innegable que el 50% o más de la producción de este año de la agricultura se basó en la soja, y esto es muy preocupante, es muy grave, también es alentador que muchos empiecen a tomar el camino de la reflexión, el camino del análisis, el camino de decir “no repitamos soja tras soja”, que es mucha plata hoy y puede ser mucha hambre para mañana.