LOS TILINGOS
¿Qué tal Buenos tardes ¿Cómo está usted? ¿Bien? ¿Vos bien? Bueno, me alegro mucho. Lo que sigue ahora no es ni Otro Relato ni una Nota Internacional, un Internacional Azul. No. Lo que sigue es un comentario editorial, que se llama “Los Tilingos”. Los tilingos. Un tilingo es aquél que en el fondo dice, supone, hacer creer que quizás sabe algo, y en realidad su conocimiento cierto del tema es falso. O relativo.
Un tilingo es aquel que se siente superior por la utilización de cierta terminología y en realidad esa terminología es totalmente vacua, vacía, sin sentido. Los tilingos en la actualidad son una plaga. Una plaga. Por ejemplo, si hay un tenista francés que se llama Santoro de apellido, un apellido español, dicen igual que los franceses “Santoró”. Al Primer Ministro de Francia le llaman “Zarkozý” como los franceses, cuando en realidad el origen de su apellido es húngaro y se llama Zarkozy. Son los que dicen “SCORING” por puntaje. Son los que dicen “baucher” por ¡Un comprobante! ¡Un comprobante! Son los que eliminaron la coma para decir 1.3. Cuando usted dice 1,3 está señalando que hay un decimal, y por lo tanto que el 3 es una parte de un todo ¿Está? El 1.3, en realidad, matemáticamente no existe. Fue aquellos que, por ejemplo, utilizan decir “fue a Milano”. Está bien, la ciudad de Milán en Italia se llama Milano. A “Napoli” por Nápoles. Sí, “Napoli” es en italiano ¿Es necesario decir “Napoli”? ¿Entonces por qué no dicen “Osterreich” por Austria? ¿Por qué no dicen “Zchwizertitsch” en lugar de Suiza? ¿Voy a “Sweden” por Suecia? ¿Por qué no lo dicen? ¿Está? ¡Qué curioso! ¡Pero qué curioso!
Los tilingos son así. Son inenarrables. Tienen múltiples lugares. Bueno, ya les dije que nunca hacen un puntaje, hacen un “scoring” ¡Qué notable! Siempre hay un “sale” por una oferta. Por una oferta de fin de temporada, por una liquidación. Sí. Tienen una batería, una inmensa batería de elementos. Por ejemplo, hablar del campeonato de moto “Yipi”. “Yi pi” por GP. Moto Gran Premio. Pero en realidad la palabra no se utilizó ni del inglés ni del castellano. Se utilizó del francés. Es Grand Prix. Así que hasta se olvidan de la historia de un término con tal de quedar bien vaya a saber con quién o con qué. Están colonizados. En su alma, en su corazón, en su estómago, y más de una vez en su bolsillo. Manejan un solo idioma, el inglés. Y después si se pone de moda hablar sofisticadamente de otro, con la crisis árabe, empiezan a decir “BarHéin”, esforzándose de una manera muy, pero muy poco seria. Son los que van a “Yoryia”, que es un país del Cáucaso que se escribe Georgia. “Georgia (yoryia)” es un Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, capital nacional del maní norteamericano, y de donde salió un ex presidente de la nación que se llama James E. Carter. Es presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Por lo tanto, la palabra en un lenguaje eslavo jamás puede sonar igual. Cuando yo digo “Yoryia” en Estados Unidos, está bien. “Yoryia” en Europa no puede ser nunca así. No se atreven a decir “no sé pronunciarlo” y castellanizar: Georgia. Así nos va.
Los tilingos se han aprovechado de todo, han ganado en mucho, y creen que dominan todo. Y con esa jerigonza se suponen cultos, se suponen superiores, se suponen distintos, y mientras van en sus motos “Yipí”, nos llevan a estrellarnos contra la imbecilidad más supina.