OESTERHELD
¿Qué tal? ¿Cómo le va? ¿Cómo está usted? ¿Bien? Bueno ¿Qué será esto? ¿Lo que llamamos “otro relato”? Sí, éste es otro relato ¿Usted lo conoce al Padre Oesterheld? Usted dirá “¿Quién? ¿El que dibujaba?” No, ése el Oesterheld Héctor, el genio dibujante. El monstruo. Ése lamentablemente está muerto. Él y sus cuatro hijas. Nunca más aparecieron. El creador de EL ETERNAUTA, y etcétera.
Para mí, Oesterheld el Padre, el sacerdote católico, el cura, como dice la gente, tiene algún grado de parentesco con Oesterheld el dibujante y el escritor. Más escritor que dibujante, por supuesto. Pero no es el punto. Yo le recomiendo que si tiene televisión vea alguna vez el Canal 23. Es el Canal del Arzobispado de Buenos Aires. O si no que escuche la FM PAN Y TRABAJO, allá por el 107.1 o punto 3 del dial, que es la radio del Santuario de San Cayetano, que es su nombre PAN Y TRABAJO, como la gloriosa revista PAN Y TRABAJO, revista católica del Santuario de San Cayetano, pero que lamentablemente, y es algo en lo que discrepo, y es que no se emite directamente desde la Iglesia de San Cayetano, sino desde algunas de las oficinas centrales de la Curia Metropolitana. Salvando ese detalle, yo le recomiendo que escuche ese programa que se llama SOPLAR SOBRE LA HERIDA. Es un recorrido sobre la Iglesia, pero sobre la Iglesia y en mundo ¿Y qué quiero decir con esto? Oesterheld es además el vocero del Episcopado Argentino, el vocero de la Conferencia Episcopal Argentina. Es el que pone la cara ante los periodistas y dice “los Obispos trataron tal tema, tal otro”, “¿Pero discutieron sobre la reelección de la Presidenta de la Nación?” “Sí, no” “¿Y qué piensa de lo que le pasó al grupo tal, y al grupo cual, o de los trabajadores? ¿Y qué piensan de la tasa de pobreza o de la tasa de indigencia, y de aquí y de allá?” Y Oesterheld contesta. Oesterheld es muy inteligente. Oesterheld es muy astuto. Oesterheld es muy sensible. Oesterheld parece un buen cura. Yo no lo conozco personalmente. Lo he escuchado muchas veces, que es muy distinto, y lo he visto gracias a la televisión. Me parece un partido muy interesante en todo esto de SOPLAR SOBRE LA HERIDA, porque el barrido es es sobre toda gente, todo tipo de gente que está metido en barro, aunque haya asfalto, en el barro del trabajo con el otro. Por ejemplo, una orden religiosa de Hermanas, a las que la gente llama vulgarmente monjas, que trabaja con el tema del género, con mujeres golpeadas, con mujeres en situación de maltrato, con mujeres violadas, con mujeres en situación de trata, etcétera. Y a Oesterheld decir en voz alta, y para el micrófono, y para las cámaras de televisión “este tema en nuestras parroquias no los tratamos.”
Vuelvo a insistirles, aunque no lo sea hoy, fue el vocero durante años de la Conferencia Episcopal Argentina. A su lado vive una señora, Pisano casi seguro que es su apellido, si me confundo pido mil disculpas, pero yo les pido que vean este programa o que lo escuchen. Estoy recomendando otra radio. Le estoy haciendo boicot a nuestra radio. Pase a la radio de aire en FM por el 107 del dial, a RADIO PAN Y TRABAJO. Si algunas veces está con la nuestra. Algunas veces juegue con la radio, usted a veces lo hace habitualmente, juegue con la Internet y juegue con la de aire. Y si no por la televisión, Canal 23, SOPLAR SOBRE LA HERIDA. Esta idea de SOPLAR SOBRE LA HERIDA, creo que tiene la idea, la matriz de Oesterheld. No me interesa si solucionan, me interesa que están buscando la solución. No me interesa si lograron todo, me interesa si no se quedaron cruzados de brazos. No me interesa si son siempre los mejores en la Parroquia, en la Misa, si saben los cantos, si rezan, si van todos los domingos a Misa, etcétera. Me interesa su militancia, su compromiso, su donación, su alegría, su testimonio. Mucho de todo esto lo puede ver en ese programa.
Léalo, piénselo a Oesterheld. No digo que es lo único que hay que leer, ni mucho menos lo que escuchar, ni mucho menos. Oesterheld y Pisano son un dúo muy interesante que plantean una alternativa más que interesante y más que buena. Un planteo de Iglesia que me hace acordar a ese comienzo notable de uno de los documentos liminares del Concilio Vaticano II que decía: “Los gozos y las esperanzas, las alegrías y las tristezas de nuestros hermanos los hombres, son los gozos y las esperanzas, las alegrías y las tristezas de nosotros, la Iglesia. Oesterheld quiere contar algo de eso. Otro día le paso a contar…otro relato.