MAMA
Hola, ¿cómo está usted? ¿Bien? Bueno, me alegro mucho. Ojo, no todos estamos bien todos los días ni tiene usted por qué estar bien todos los días. Hay determinadas situaciones y entendemos muy bien. A los que nos gusta el tema de la comunicación y el tema de la comunicación social y la educación, etcétera, bueno, esto también nos gusta: saber que la gente no tiene por qué estrar siempre bien.
Hoy les cuento la historia de mis alumnos más amigos ¿Qué? Mis alumnos más amigos. A un señor profesor de gimnasia se le ocurre un día con sus chicos salir a hacer campamento, de un colegio, en Villa Ballester. Campamentos deportivos, pero también educativos, con cosas de enseñanza de respiración, enseñanza corporal, etcétera, y a la vuelta los grupos quedan muy enganchados, pero muy enganchados. Y piensan: “Che, ¿Si hacemos algo acá en Villa Ballester por gente que está peor que nosotros? Mucho peor”. Y a los mismos alumnos de este señor, Juan Fonengels, se les ocurre decir “¿por qué no? Hagamos algo.” Y empiezan a salir a la calle a trabajar con pibes que están en situación de calle. Y eso termina formando un Hogar, que se llama MAMA, Mis Alumnos Más Amigos. Pero la cosa crece con el tiempo, y hay un Hogar de Niños y un Hogar de Niñas. Y sobre los chicos que van creciendo más grandes, Juan Fonengels piensa y dice: “Mmm… ¿y si hacemos algo más?”. “¿Qué más podés hacer Ya les diste el Hogar, les diste casa, educación , comida, vestido. ¿Qué más querés hacer?” “Una fuente de trabajo.” Y se le ocurre hacer una panadería industrial que se llama como el Hogar, MAMA, Mis Amigos, en José León Suárez, cerquísima de Villa Ballester, la misma línea del tren Bartolomé Mitre, que termina en José León Suárez.
Y es una manera de vivir industrial de aquéllas, hacen una fábrica. ¿Qué cosas producen? Pan para Patty (perdón por la marca, para hamburguesas), pan para salchichas y prepizzas. Éstas son como las claves. Después son capaces de hacerte una rosca de reyes infernal, un pan dulce infernal, un budín infernal. No tienen ninguna historia, no tienen ningún problema. Una calidad extraordinaria. Le han vendido a las cadenas más grandes del país, que trabajan en el mercadeo grande. Ésas que andan en aviones tan grandes como un "Jumbo", ésa que es como un "Coto" de caza. Bueno, a todas ésas le han vendido. Usted no ve la marca MAMA, porque el supermercado le pone el envase de ellos, pero usted está comprando MAMA.
Están en Villa Ballester, están en José León Suárez, no bajan los brazos, es un trabajo muy duro. Hay muchos que están en eso, pero ellos son los mejores, hacen una tarea social infernal. La Cooperativa de Trabajo MAMA Panificadora, sinónimo de buen precio y calidad y prestigio. Otro día le paso a contar otro ralato.